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He encontrado gente maravillosa en este camino de vida. A muchos de ellos los conozco desde hace muchos años, otros tantos han llegado después de mi regreso a Colombia y muchos más en los últimos meses.

Han cambiado un par de cosas en mi que me han vuelto muy sociable, pasé de ser terriblemente tímida en la infancia y la adolescencia, a permitirme crear lazos con muchas personas a mi alrededor. Esa timidez la atesoro porque me volvió muy observadora y analítica. Esos largos silencios me permitían conocer a las personas sin interactuar directamente con ellas, habilidad que se volvió cada vez más veloz y que me permite con poco margen de error, saber en quien confiar y a quien entregarle mi afecto. No me desbarato cuando alguno de mis amigos comete un error, me tomo mi tiempo para enojarme y no lastimar con comentarios impropios y me gustaría que muchos de ellos actuaran igual, pero no es así e intento dejarlos ser a su manera… yo también me he equivocado muchas veces, de muchas formas y ellos (ustedes) sigue ahí para mi. Sin duda la amistad es algo que atesoro y  que me brinda maravillosos momentos para reír, comer, bailar, hablar, llorar, cantar, pensar, recordar, soñar..